domingo, 16 de octubre de 2011

No debería.


Mientras caminaba hacia su casa (por fin) fue planeando lo que haría apenas llegara: encerrarse en su cuarto, relajarse en su cama, disfrutar un poco de música, cerrar los ojos y recuperar fuerzas para el día siguiente ¡Cómo lo anhelaba!

Ya en su cuarto no cumplió con lo estipulado. En vez de ello decidió abrir la caja que contenía infinidades de pertenencias, cada una con una historia respectiva. Fotos, cartas, grabaciones, accesorios…Observando detalladamente se dio cuenta que todo seguía ahí, a pesar de que los protagonistas de esas memorias hayan seguido otro camino. Y reflexionó:

«No debería aferrarme a los recuerdos. Un momento pasajero, incrustado en mi mente eternamente. Hacen destellar diversas emociones. Pero, únicamente las que producen dolor, predominan. No es la cantidad, sino el efecto que logran: El sentimiento más fuerte que existe, afortunadamente, te lastima. Sufro en silencio, sin alguien a salvarme. Canto lo más alto posible, a pesar de que solo yo me escuche y el eco resuene en las paredes de mi soledad. A las finales, vienen, van, se quedan conmigo. Tal vez ya es hora de que vuelva lo que se fue.»

Afortunadamente, dijo, porque es prueba de que sigue aquí, tratando resistir las secuelas del pasado. Sigue deseándolo con todas sus fuerzas. 

Mientras las lágrimas endulzaban sus mejías quiso dejar de darle vueltas a lo irremediable. Quizá buscaba respuestas sonámbulas, vagas…

Lentamente, el liso pañuelo desvaneció el pasado y prosiguió:

«No debería depender de mis miedos. Me limitan. ‘¿Qué habrá más allá?’ Nunca lo sabré. Varada en incertidumbre…Todo por no entrar a esa nueva dimensión, situación. Es tan agria esa angustia de una curiosidad dormida bajo el manto del recelo. Y sé que pronto, un tardío ‘si tan solo hubiera…’ aparecerá sigilosamente. Al igual que una reflexión retrospectiva sobre la decisión que hubiera cambiado el rumbo de mi presente estado…No lo sabré. Sin embargo, el miedo es la raíz de las especulaciones futuras que realiza la mente: una opinión tal vez, una actitud o una reacción ajena. Hay veces que los logros son inútiles ante un solo acto erróneo.»

Su ventana dejó entrar una leve brisa que recorría cada parte de su cuerpo. Deseaba dejar de pensar aunque sea por un momento, sentía que se quebraría. Ha visto muchas personas caer por ese agujero, oscuro, profundo. Sin embargo, lo que dejó pasar por alto es que no todo está perdido. Existen formas que te ayudan a salir. Para ello hay que hundirse en lo más sublime del pensar.

¿Es, acaso, esa la voz que te invita a refugiarte en lo absurdo dentro de tu ser? Normalmente la rechazaba…Hoy fue una excepción:

«No debería sentir estas ganas de echar todo por la borda, rápidamente, para desconectarme de una buena vez. Si lo hago…me percataría de aquellos que les interesó. Si no, sabría quienes fingieron desde un momento. Qué decir, qué dirán si digo algo incorrecto. Es tan confuso…Mi voluntad surge de vez en cuando para seguir intentándolo, aunque, muchas veces se disminuye ¿Podré lidiar con todo? La curiosidad me gana en estos momentos.»

¿Dejaría que aquellos pensamientos decidan el rumbo de sus sueños y desordenen todo lo que había ganado con la experiencia? 

Fue el fin de un día agotador para ella. Se hacía tarde.