domingo, 12 de junio de 2011

"Recorrer las calles. Caminar. Observar el ambiente externo. Utilizar tus pensamientos como guías de tus pasos..."

Me pongo los audífonos, enciendo mi reproductor de música y, seguidamente, una nube de emociones me eleva. A partir de este momento, mi travesía es la sinfonía de cada canción. Mi caminar depende del ritmo. Todo ambiente externo es reemplazado por proyecciones pintadas dentro de mis emociones, deseos. Es así como rompo con todo rumbo limitado por un tiempo y un espacio. Y de a poquitos las notas se apoderan de mi...

Puedo percibir los rostros decepcionantes en un día gris. Sin embargo, estoy dentro de una burbuja que evita distorsionar mi visión. Aquí y en este lugar estoy andando sin prestar interés a los ánimos ajenos, tan solo somos la música y yo. "Es un túnel" Correcto. Un túnel que te permite visualizar la luz pero queda en ti hacer algo por alcanzarla. Eso sí, de nada sirve realizar refugiarte en ella sin saber exactamente de qué te escondes. No siempre vivirás en las sombras.

Por ahora, no quiero llegar a la salida. No quiero alcanzar la luz. Simplemente no quiero enfrentarme una vez más a mis miedos, a la realidad.

Por ahora, ninguna compañía -salvo esta- es la indicada.

No más pausas y más volumen, por favor.

"...Y así fue como pude sentir con cada nota sonora, el elemento perfecto."