sábado, 5 de marzo de 2011

Érase de noche...


Es una maldita noche fría… ¿No vendrás a hacerme compañía?  Todo se dilata con tan sólo un respiro. Estoy contigo.  Hazme creer una vez más que me llevarás a un lugar nuevo. Dejar de soñar, dejar de luchar, dejar todo atrás…

Presto atención a cada movimiento. La resaca de las olas golpea con fuerza. Muy tarde para confesártelo; pero muy temprano para explicarlo. Persigo cada rastro, huella. Anhelo detener tus movimientos e introducirme en tu perspectiva. ¿Haría que esto cambiara?

Pupila gris de tanto soportar una mirada aparentada, fantasmal. Fijo un objetivo. Empiezo a beber. No quiero despertar. Todo es tan lento. Rápido como un trueno. Ya quiero la verdad. Soñar sin ilusionarse, vivir para uno mismo, creer en lo más simple es excusarse de no alcanzar la satisfacción consigo, es excluirse de la realidad….Significa obviar lo complejo para convencerse de que no importa lo demás, un egoísmo te hunde, es que lo difícil te aturde.

Concéntrate. Dime, ¿Sientes la presión? ¿Todo es una proyección de lo que uno espera? Ahora, mírame. Ojos desolados, deseos azules, oh lo más profundo no has experimentado. Dime, ¿Qué será de los demás? ¿Alcanzarán sus metas sin herir? La atracción no lo es todo. Manos limpias de dolor; pero espíritu lleno de agujeros. ¿Los taparás? ¿Puedes hacerlo solo? Y los tambores empiezan a retumbar.

Ya no hay miedo de lo negro. Apagué, por fin, la vela de la represión. Está aquí. Un solo sonido. Poco a poco se procesa. Ligeramente se comprende. Tercamente se asimila. Negación, para pobres rencorosos, resentidos sin sueños. Pues no es nada más que huir de aquel vacío traumante. 

Pequeño capullo dentro de diversas telarañas, único escape, temporal y seguro. Enciérrame, por favor. Permíteme encontrarme una noche más. Suelto todo lo apagado ¿Será mejor? Dos posiciones: Maldito en mi cuerpo; contento en mi interior…Vicio lo llaman, calmante otros, enfermedad algunos. Si es que se utiliza para reciclar momentos, no lo es. Si es que se  libera de aunque sea UN hilo, no lo es. Porque nada es bueno hasta que se le encuentra una válida razón.

Susurros dentro de lo inmóvil se congelan con aquellas estúpidas mentiras. Los falsos pretextos se esconden bajo tu piel de tranquilidad, lo sé.

Gritarán aquellos bailes desde un salto a la laguna del llanto. Fingir para encajar en un molde no ayudará a escuchar el verdadero motivo de tu felicidad. 

Si proviene de ustedes, no necesito más.