miércoles, 12 de enero de 2011

Tiempo.

El tiempo es indeciso.
Se acelera, camina, crece
Entre nosotros, permanece.
Las 12 ya, y no suena campana.
Sigo esperando una señal tras semana.

Nos elevó, dos púas iguales.
Todo era tierno, todo grande.
Nos unió, un lazo imparable.
Un solo momento y adorable.

Su sonido era una estrella.
No la veíamos, pero era bella.
Como a un extraviado, nos guiaba
Sí…rápidamente, nos alcanzaba.

El tiempo,
Quien elevó paralelamente
Mi corazón y tu mente,
Puede tragarse su trama.
Pues desgranó lo que restaba.

Su jugo de traición se pasea,
Siempre agrio, entre las venas.
¡Maldita identidad que nos separa!
¡Maldito el tiempo que nos encara!

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