lunes, 4 de octubre de 2010

Un tal sueño...

7:30pm sonó mi alarma…”dormiré un ratito más
Noche oscura. Luna blanca. Playa tranquila…Sólo estábamos las dos (y gente que no conocíamos) hablando acerca de las peleas que habíamos tenido y nuestros defectos que las causaron. La brisa suave sobre nuestras caras. Ambiente tranquilo. Nos sentamos en frente del mar y lo observamos. Cada ola que se desintegraba  me hacía pensar en cada intento fallido que había tenido respecto a fortalecer nuestra amistad. “Me encanta relajarme así contigo” dijiste, mi respuesta: “A mí también”. Tal vez hubiera aprovechado ese momento para decirte todas las cosas que no sabías; sin embargo, no lo hice por miedo. Miedo a la respuesta que me ibas a dar, miedo a que reacciones mal, miedo a…tantas cosas. No hablábamos, pero el ambiente me hacía sentir cómoda.
De pronto, cambió todo. El silencio prolongado causaba una singular tensión en mí. Las olas se volvieron más intensas…Trataba de no pensar en nada malo. Dio la casualidad de que en ese momento ocurrió una retrospección de todo lo que había sido el año pasado para nosotras. No de las situaciones buenas, sino de aquellas que nos habían alejado. Los recuerdos se volvían más crudos. “NO, BASTA” dije porque sabía que me iba a poner mal y eso me hacía daño. Me conoces, o eso pretendías, y te diste cuenta de mi cambio…pero no hiciste nada. Te sentía rara. En eso te paras y vas a una pequeña tienda cerca de ahí. No me dijiste nada, sólo te retiraste. Me quedé sola, “como si fuera algo nuevo” pensé. Logré tranquilizarme. En eso miro hacia la tienda y te vi con alguien más. Era ELLA, la que no entendía el por qué de las cosas, la que con su risa cambiaba todo, la que parecía no importarle nada; era ELLA. No me acerqué por respeto, pero seguí observándolas. Te notaba feliz. Hablabas. Hablaban. Su conversación se fue extendiendo hasta que me miraron. A partir de ahí ya no conversaban de diferentes cosas, sino hablaban de mí. Lo presentí y luego lo comprobé. Decías que todo estaba planeado, que no te importaba y que todos los buenos momentos que pasamos fueron una mentira. ELLA, por su parte, se limitaba a echarle más leña al fuego. Te estaba controlando en contra mía. No lo podía creer. “La gente suele tener doble cara a veces” me dije a mí misma.
Todo se iba desvaneciendo. No sabía qué estaba ocurriendo. De la nada aparezco en una habitación sola. Mis pensamientos eran malos. Entonces se apareció la imagen de ustedes dos juntas. Me estaban atacando con palabras que eran punzocortantes para mí. Me decepcioné. Me decepcioné al escuchar mis secretos íntimos salir de SU boca y usarlos en contra mía. No entendía nada. Hasta que lo dijiste: “Me dejaste de importar hace tiempo”. AAAH. Esa frase se cruzaba una y otra vez en mi cabeza. La persona a la que le otorgué toda mi confianza afirmaba que nada de eso le importó? Todo se volvió negro. Me quebré…
Abrí los ojos exactamente a las 7:48pm. Lo primero que se me cruzó a la mente fue: NI CAGANDO. Habían pasado tan sólo 18 minutos, los cuales me parecieron eternos en el sueño. Por ahora, “There are two colours in my head” (Everything in its right place-Radiohead)

5 comentarios:

  1. los cambios son complicados y otorgar confianza es riesgoso.
    Pero lo vale, a veces lo vale.
    Es bonito recuperar amistades, aunque cuesta volver a confiar.
    Si es con quien creo, confía, te quiere mucho.

    Las inseguridades son normales, pero como dice Kevin Johansen: "No seas insegura, eso déjamelo a mí..."

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  2. Está marcado tu estilo. Me gustó eh, sigue así Marianilla. Creo que, aunque no sea igual que la poesía, la narrativa puede transmitir muchas emociones y podría decirse que éste post es un buen ejemplo. No olvides que te quiero. Adiós

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  3. Así es, Mari. ¿Quién crees que es? Cabe agregar que esto lo escribí hace tiempazo.

    Gracias Sebas, también te quiero :D

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  4. Sé quién es , veo el antes y el después y digo :¡vaya! Me alegra el hoy , todo está mejor. :)

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  5. El contraste está bien marcado. Yls.

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